Paul Bremer -Jerry para sus amigos- fue gobernador de los EEUU en Irak. Ahora ha escrito un libro ("My year in Irak") en el que detalla su estancia y gestión al frente del gobierno iraquí. Bremer -que no se ha caracterizado precisamente por una gestión brillante- critica la conducta del contingente español destacado en Irak por no entrar en combate durante unas revueltas chiitas en Nayaf. Pero Bremer conocía -y conoce- perfectamente que las tropas españolas -por las condiciones en que fueron enviadas- no podían intervenir en combates, con la única excepción de cuando se tenían que ver obligadas a repeles agresiones por fuego enemigo. En suma, Bremer se encarga de poner de manifiesto -aunque sea inconscientemente- que España cumplió fielmente el encargo ONU y las resoluciones dictadas para habilitar la presencia de ejércitos extranjeros en Irak en concepto de ayuda humanitaria. Se trata de una loa a Aznar, aunque indirecta, y una prueba adicional de que España nunca estuvo en guerra con nadie, desmintiendo otra vez la eficaz propaganda de una izquierda mentirosa que ahora ve estancados sus negocios de venta de buques y aeronaves militares. Roma no paga traidores.
sábado, enero 14, 2006
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