lunes, mayo 29, 2006
Criminales
Tenía el profesor Navarrete especial predilección por la figura del médico y criminólogo piamontés Cesare Lombroso. La teoría de Lombroso partía de concebir el delito como resultado de tendencias innatas, de origen genético, fácilmente observables en los rasgos físicos de los delincuentes. En sus clases, Navarrete enunciaba las facciones propias de los criminales "nariz, aguileña, barbilla prominente, cejas pobladas, pelo blanco…" y el alumno tomaba nota hasta darse cuenta de que el profesor se estaba describiendo a sí mismo. Dicen los penalistas que la teoría de Lombroso está ampliamente superada, pero las imágenes de los miembros de la ilegal HB desfilando por la Audiencia Nacional parecen confirmar que algo debe quedar todavía de cierto en sus postulados y en su descripción de las asimetrías anatómicas propias que definen a los delincuentes natos.
Verles peregrinar hacia los juzgados es demostrativo del correcto funcionamiento del Estado de Derecho. En cambio, tener ahora que soportar las continuas extorsiones en el marco de lo que en un grave dislate se califica de "proceso de paz" supone un evidente error que mina la fortaleza del sistema democrático. Todo Gobierno está en su derecho, y también en el deber, de poner fin al terrorismo, y la oposición en la obligación de coadyuvar con el Gobierno a la consecución de esa finalidad, siempre y cuando queden bien definidas las ´líneas rojas`, los límites infranqueables del proceso negociador como expresión de la unidad de las fuerzas democráticas. En Zurich, durante el período que Mayor Oreja calificó con acierto de "tregua trampa", los enviados pusieron fin al contacto a partir del momento en que percibieron la firmeza de los terroristas en la reivindicación de sus metas: autodeterminación, liberación de presos y Navarra.
Sin embargo, no se percibe ahora con esa nitidez la deseable unión de los principales partidos políticos ni tampoco la existencia de una firme posición común. Resulta desalentador que las declaraciones relativas al proceso de apertura de negociaciones con una banda que continua armada se produzcan en mítines. Esta importante cuestión no puede reconducirse a actos de partido si se pretende evitar la más mínima sospecha de electoralismo. Con precipitación, desoyendo las advertencias de Sarcozy sobre la inusual actividad de la banda en Francia, se anunció el domingo la apertura de las negociaciones después de que el viernes anterior Otegui manifestara la "extrema gravedad" que afectaba a lo que él denomina ´proceso de paz`, y en esa misma precipitación se incurre cuando los tribunales suspenden la ejecución de una condena firme con informe favorable del Ministerio fiscal basado en la presunta bondad de unas "circunstancias actuales" (sic) que nada bueno auguran.
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