sábado, noviembre 22, 2008

Italia


En El tercer hombre (1949) , mientras gira la noria del Prater, Harry Lime (Orson Welles) le dice a su amigo Holly Martins (Joe Cotten) una sentencia que no estaba en el guión de Graham Greene y que procede del ingenio de Welles: "en treinta años con los Borgia, en Italia se padecieron guerras, terror, derramamientos de sangre y asesinatos; pero tuvieron a Miguel Ángel, a Leonardo da Vinci, al Renacimiento. En Suiza tienen desde siempre amor fraternal, y tras quinientos años de democracia y paz…¿qué es lo que han producido? El reloj de cuco". Sin saber todavía por qué, la conocida frase me rondó este fin de semana mientras seguía con interés el desarrollo de la jornada electoral en Italia.

Berlusconi ha vuelto, y lo ha hecho rompiendo todos los pronósticos de reputados politólogos (Dios nos guarde) que le daban una mayoría insuficiente para gobernar. Los resultados demuestran que los italianos han devuelto su confianza a ´Il Cavalieri`, con una mayoría absoluta en el Senado y una mayoría más que suficiente en el Congreso como para dar al país una estabilidad que la ingobernable coalición de izquierdas ha sido incapaz de proporcionar a Italia en los dos años de Prodi.¡Qué no habrá hecho esa coalición heterogénea de partidos de izquierda para proporcionarle al septuagenario Berlusconi una victoria de las que, de verdad, puede decirse que es histórica! Está visto que, en las democracias mediterráneas unos electores tienen más paciencia que otros (o unos candidatos tienen más medios de comunicación que el resto; algo tendrá que ver ese uso, a veces, más bien, abuso de los medios de comunicación en los resultados electorales).

Veltroni –una mezcla imposible entre Berlinguer, Kennedy y Obama- ha hecho una campaña ejemplar. Desde una posición siempre respetuosa, eludiendo la confrontación directa, ha sabido captar el voto del centro-izquierda, dejando a la extrema izquierda con los peores resultados de la historia. Tal vez esté en su moderación –y en el desastre económico heredado del gobierno de ´Il Professore` Prodi- la causa de su derrota y el motivo que me llevó a evocar este fin de semana la frase de Welles. Berlusconi, en su histrionismo –las cumbres europeas volverán con él a su mejor época-, se ha pasado las elecciones aconsejando a jovencitas que se casen con millonarios si quieren mejorar su futuro, paseándose con un artificial harén por su villa de Cerdeña, agriando la campaña con durísimas acusaciones a su contricante y prometiendo aquello que le resultará muy difícil de cumplir, tanto por la falta de apego a la realidad de las muchas promesas vertidas durante la campaña como por la incomodidad propia de sus socios en este viaje, y me refiero a la gran vencedora de estas elecciones: la xenófoba, separatista e insolidaria Liga Norte.

No hay comentarios: