domingo, noviembre 23, 2008

Perro Rabioso




Dijo Groucho que no era la política quien hacía extraños compañeros de cama, sino el matrimonio. La máxima marxista debería someterse a profunda revisión a la vista de las visitas occidentales que está recibiendo en estas últimas fechas el coronel Muamar el Gadafi, el mismo que fue objetivo de bombardeos ordenados por el republicano Reagan (tampoco las relaciones con el demócrata Clinton fueran precisamente las mejores). Hoy –así está el complejo patio de la morería- ha pasado de ser el ´perro rabioso` (en expresión acuñada por Reagan), mecenas del terrorismo internacional, a un deseado partner comercial para europeos y norteamericanos. ¿Qué ha cambiado para que la gumía de la Jamahiriya se haya convertido en deseada y hospitalaria alfombra?

El motivo ha sido lo que en los EEUU se reconoce como rehabilitación del líder libio, después de admitir públicamente la participación en actos terroristas (Lockerbie; discoteca La Belle) y asumir directamente las reparaciones económicas unidas a la (auto) declaración de culpabilidad. El arrepentimiento público tuvo como foro el de las Naciones Unidas; en Agosto de 2003, Libia abjuró del terrorismo y asumió públicamente las responsabilidades e indemnizaciones derivadas de actos de terror.

A partir de Agosto de 2003 se produjo un cambio paralelo en la actitud de las potencias occidentales que, en contraprestación a las nuevas maneras de Gadafi, levantaron los diversos embargos que hasta la fecha lastraban la débil economía libia. De los que aparecían en la famosa foto de las Azores –en la que también salió retratado un vicepresidente de la Internacional Socialista, cuestión que parece algunos olvidan con facilidad- salió Aznar con dirección a Trípoli, por indicación del presidente Bush, con el ánimo de sondear la nueva actitud del líder libio, para volver con un caballo de regalo.

A partir de la visita de Aznar se han sucedido los contactos de líderes occidentales con Gadafi: Sarcozy medió en la liberación de las enfermeras búlgaras; el final feliz del ´secuestro` lo aprovechó el Coronel para ganarse a Francia. Tony Blair le visitó en mayo de 2007, un mes antes de dejar su cargo, para poner de manifiesto la nueva etapa de colaboración en materia antiterrorista y celebrar la vuelta de la petrolera BP a Libia. Después llegó Berlusconi con la excusa de las reparaciones derivadas del proceso de colonización para firmar un inteligente acuerdo que proporcionará a Italia una indudable presencia en Libia sobre la base de la gestión de nuevas infraestructuras. Por último, la visita de la Secretaria de Estado Condolezza Rice sirvió para escenificar la vuelta de Libia a la normalidad internacional con una visita compleja que abre una nueva fase en las relaciones con la superpotencia. Los enemigos de ayer son los amigos de hoy.


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