domingo, noviembre 23, 2008

Política




Se atribuye al sentido del humor del economista Fabián Estapé la respuesta a la pregunta de un periodista allá cuando la crisis del petróleo a principios de los setenta: "Profesor, la economía española, ¿ha tocado fondo?". "Sí", respondió decidido Estapé, "ahora lo que estamos es escarbando". Solbes, con más cautela, afirmó ayer en el debate de los Presupuestos que lo malo está todavía por llegar, todo un logro para quien no la vió venir a pesar de su dilatada experiencia en crísis económicas. Quién sabe; a lo mejor estamos escarbando ya desde hace el día del debate económico, que ganó Solbes, sí, y perdimos los españoles.

Dicen que en política está todo inventado y que cualquier actuación, maniobra o estrategia tiene su antecedente. El enfado entre dos partidos hermanos (UPN y PP) se asemeja al conato de ruptura de sus homólogos de la derecha alemana, cuando aquel intento de Strauss de romper con la CDU, entonces en la oposición. Enterado Kohl de la traición, telefoneó al ´león de Baviera` y le dijo: "mañana te abro una sede en Munich". La advertencia fue suficiente y la fiera volvió a la jaula.

Parece que Rajoy no lo va a tener tan fácil, rodeado como está de halcones partidarios de romper la alianza y de palomas que abogan por recomponer los cauces de entendimiento para evitar una ruptura que no tiene marcha atrás y que solo beneficia al adversario. Puedo entender ahora bien esa frase hecha acerca de la soledad del líder. Halcones y palomas, pero en la fauna que rodea a Mariano Rajoy la especie que más prolifera es el lince madrileño, agazapado, atento a dar el zarpazo una vez se consume la inevitable ruptura o se transija con una solución que sólo servirá para poner de manifiesto su debilidad. Esta escaramuza ya tiene su derrotado.

Pero, no es verdad que en política esté todo inventado. La política ofrece situaciones esperpénticas, que por su originalidad no tienen parangón en la historia de la democracia. La anunciada renuncia a oponerse a los Presupuestos en todos aquellas comunidades autónomas o municipios en los que el partido del Gobierno está en la oposición con el pretexto de ´arrimar el hombro` supone una clara dejación de cometidos y responsabilidades de imprescindible asunción en un partido político que se llama democrático. La renuncia al ejercicio del derecho (y también deber) de oposición en la discusión de una de las normas más importantes (la presupuestaria) es un peligroso precedente de consecuencias que no han sido bien medidas por sus alegres promotores y que nos devuelve a sistemas políticos que nada tienen que ver con un Estado democrático. Para renunciar a la oposición, "haga como yo, no se meta usted en política", como le dijo Franco a un ministro quejumbroso que ya había recibido la visita del motorista.


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